lunes, 18 de mayo de 2009

Dictadura cultural


Según documentadas versiones de "El País" de Madrid, se estaría organizando en Venezuela un plan de lectura destinado a fomentar un "socialismo del siglo XXI" a través del impulso oficial de una serie de publicaciones con las que se pretende llevar adelante una denominada "revolución cultural"; que en definitiva no es otra cosa que una manifestación totalitaria y proselitista tendiente, según sus promotores, a "reafirmar los valores conducentes a la consolidación del hombre nuevo y la mujer nueva como base para la construcción de la patria socialista y desmontar el imaginario del capitalismo". Todo ello al servicio de un denominado "Plan Revolucionario de Lectura" o PRL dirigido a combatir cualquier intento de libre acceso al conocimiento.

Con ese propósito se desconoce una sólida tradición americana que a través de la publicación de libros fortaleció la libertad en el Continente, difundiendo los principios que le sirven de base y permitiendo que el hombre americano pensara por sí mismo, eligiendo y optando con total independencia de criterio. En ese sentido, es oportuno recordar la existencia de otras bibliotecas, colecciones, editoriales o planes, públicos o privados, que sembraron libertad, estimularon la cultura y formaron la mentalidad de pueblos libres. A cuenta de numerosos ejemplos, puede recordarse en la misma Venezuela la existencia de la Biblioteca Ayacucho; en Chile la colección Ercilla; en Argentina la Editorial Losada; los Cuadernos Americanos de México; las publicaciones del Instituto Nacional do Livro de Brasil, y las de la Universidad de San Marcos De Perú a las que podrían agregarse muchos otros en cada uno de los países, que se cruzaron entre sí sirviendo mutuamente a la formación de un pensamiento propio y a la divulgación de una historia y una cultura común.

Uruguay no fue ajeno a esa corriente y en el año 1950, con motivo del primer centenario de la muerte de José Artigas, dentro de los numerosos homenajes que se le tributaran, se dispuso la creación de la colección Clásicos Uruguayos, que encontró en el Prof. Juan E. Pivel Devoto un activo promotor, logrando a través de sucesivas comisiones editoras la divulgación de más de ciento cincuenta títulos que rescataron lo más valioso del pensamiento nacional en sus diversas manifestaciones. En todos los casos con objetividad, libertad e independencia, sin sectarismos ni militancias, sino animados por el propósito de acercar el conocimiento y rescatar un pasado olvidado.


Hace unos meses se anunció que la Colección sería reiniciada, e incluso se divulgaron los títulos a incluir, que felizmente estaban inscriptos en la misma línea de los anteriores. Es de esperar que nada aparte al gobierno de ese temperamento y que los ambiguos anuncios de un candidato oficialista sobre el tema, incluidos en un proyectado plan de gobierno, que fuera divulgado cuando aún no habían llegado las versiones de este PRL, mantenga la Colección dentro de su objetividad tradicional.

En función de la identidad que los acerca, otros pudieron tener conocimiento antes que "El País" de Madrid y que este, "El País" de Montevideo y el resto de la opinión pública sobre el propósito de "recontextualizar la historia" a través de un proclamado "acto colectivo orientado a fomentar el socialismo" con títulos tales, como: El socialismo venezolano y el Partido que lo impulsará del Ministro de Finanzas Ali Rodríguez; ¿Por qué soy chavista? del ex Ministro del Poder Popular para la Cultura Farruco Sesto; Ideas cristianas y otros aportes al debate socialista, que recoge extractos de diversos discursos del Presidente sobre una condición socialista de Jesucristo; el Manifiesto Comunista; obras sobre el pensamiento del Che Guevara; una colección de discursos del propio Presidente; Venezuela violenta de Orlando Araujo; Teoría de la ideología de Ludovico Silva o el conocido Che, Comandante del alba de Modaira Rubio.

Esta iniciativa está acompañada de disposiciones que restringen la importación de libros al país, ya que las editoriales privadas no pueden ingresar libremente ningún título si previamente no tramitan un certificado de no producción nacional y remiten al Ministerio de Industria una lista de los que pretenden importar. Y del anuncio sobre la creación de unas "Escuadras Revolucionarias de Lectura", que sirven para completar el cuadro de una flagrante violación de derechos humanos. Los comentarios a cargo del lector.

Fuente: El País Digital / Editorial, lunes 18.05.2009

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