viernes, 20 de noviembre de 2009

Ateneo de Caracas estrena nueva sede en Colinas de Los Caobos

Será en enero cuando se abran las puertas al público de la Quinta La Colina, lugar que ya ocupa la instución cultural que fue desalojada en julio pasado. Los montajes teatrales y conciertos serán presentados en auditorios de la UCV



Carmen Ramia nunca imaginó que el Ateneo de Caracas tendría tantos dolientes. Las muestras de afecto que recibía en la calle, así como las ofertas de diversas instituciones culturales y empresas de prestar sus espacios para que la programación continuara fuera de su sede tradicional, le hicieron creer aún más en una de sus máximas: "No hay que tener miedo sino confianza".

"El Ateneo de Caracas no va a desaparecer. Es mucho más que espacio físico. Es un compromiso con Venezuela que ya tiene 78 años", dijo la presidenta de la institución que anunció que ésta tomará el nombre de su fundadora: María Teresa Castillo.

Tras haber sido desalojado de su sede de Los Caobos por decisión presidencial - ahora estos espacios los ocupa la Universidad de Las Artes -, el organismo cultural presentó sus nuevos espacios: la Quinta La Colina, una casa de los años 40', de dos plantas, amplios salones, una bella vista de Caracas y un sótano en donde funcionará su emisora de radio.

"Esta es la demostración de que el Ateneo no es un edificio, sino que está fuerte y está vivo. La vida es eso, caerse y volverse a levantar", dijo Ramia, quien agregó que la edificación - ubicada en la avenida La Salle de Colinas de Los Caobos - fue dada en comodato.

De acuerdo a la presidenta, la nueva sede fue la que se adecuó más a los requerimientos de la institución. "Nos hubiésemos disgregado demasiado" en los otros lugares que habían ofrecido, puntualizó.

Concluyó en que "la desaparición del lugar hubiese sido un golpe mortal". "Este ateneo siempre ha estado abierto a todo el mundo, sin exclusión, es un lugar para la libertad y la democracia. La cultura es la antítesis de la exclusión y del pensamiento único".

La Quinta La Colina aún no estará abierta al público, pero pronto comenzará a trabajarse desde allí la programación que la institución cultural iniciará a finales de enero, e instalará en los próximos días los estudios de la emisora de radio que lleva su nombre.

Las heridas del desalojo

El proceso de desalojo del Ateneo fue una etapa dura y agria para sus directivos. Actos vandálicos y tomas forzadas en la antigua sede ocurrieron previo al 27 de julio de este año, fecha en la que se bajó por última vez el telón de la Anna Julia Rojas con un montaje de la institución.

Antes de que el equipo de Ramia dejara su sede de Los Caobos, Uneartes le hizo una petición: que las salas quedaran operativas para presentar espectáculos. El paso siguiente fue la compra que la institución educativa hizo a los equipos que funcionaban en cada uno de los auditorios.

El monto sirvió para que el Ateneo pudiera liquidar a 80 de sus trabajadores. Proyeccionistas y personal técnico fueron absorbidos por la universidad.

Cuando recién se había mudado el organismo cultural a la Quinta La Colina, ocurrió un robo en la nueva casa. Un total de siete CPU - repletos de información sobre el lugar - se perdieron en la acción delictiva en donde, según Ramia, se alojaba el "cerebro del Ateneo".

La programación

En la nueva sede, por ahora, no se presentarán obras de teatro. Será más bien un lugar de oficinas administrativas, con espacios disponibles para la realización de eventos y talleres.

Por este año queda una función de Ay, Carmela, con Tania Sarabia y Basilio Álvarez, que se presentará en el Aula Magna de la UCV el 29 de este mes.

Uno de los eventos más esperados de la institución, la Feria Navideña del Ateneo, será trasladado al Pent House del centro comercial Macaracuay Plaza. Los cupos ya están totalmente vendidos y el lugar ofrece más comodidades que la sede tradicional, pues es mucho más grande y posee estacionamiento.

A partir de 2010, los conciertos y las temporadas de las obras de teatro del Ateneo se realizarán en varios de los auditorios de las Facultades de Ciencias, Farmacia y del Jardín Botánico de la Universidad Central de Venezuela, con la que se firmó un convenio para llevar a cabo una programación "de paz".

En estas salas se presentarán piezas como Petroleros suicidas, la más reciente de Ibsen Martínez; y una nueva temporada de El día que me quieras, de José Ignacio Cabrujas, a cargo del grupo Skena, que por cierto dejó de percibir el subsidio del gobierno en septiembre pasado por hacer "montajes perniciosos".

Será en enero cuando, finalmente, la casa se abra al público. Se prevé hacer una inauguración para finales de ese mes.

En El Nacional
http://noticias.latam.msn.com/ve/venezuela/articulo_elnacional.aspx?cp-documentid=22660526