miércoles, 28 de julio de 2010

Una anécdota


A propósito del día del bibliotecólogo y archivólogo y de los sesenta años de la primera graduación de la Escuela

El 27 de julio se cumplieron sesenta años de la primera graduación de la Escuela de Bibliotecología y Archivología de la UCV. A través de un viaje en el tiempo por medio de las actas de nuestra facultad, podemos ver lo siguiente:

Faltaba poco para la primera promoción de la Escuela y aún no se había decidido el título que llevaría su egresado. El 4 de febrero de 1950, en sesión de la Asamblea de la Facultad, un punto de orden del día fue la discusión del título que se otorgaría a los egresados de la Escuela de Biblioteconomía. El primer director de la Escuela, José Fabbiani Ruiz, expone lo siguiente: “se procedió primereramente a indagar acerca de los acuerdos recaídos en otras Escuelas de Biblioteconomía, se había consultado con diferentes personas entre ellas al Director de la Biblioteca Nacional, basándose en todo ello, él proponía el título de catalogador-bibliotecario, siendo imposible el de bibliotecario, a solas, pues la mayoría de los alumnos no eran bachilleres. La proposición del Director de la Escuela motivó una corta discusión y se deliberó acerca de ayudante y auxiliar; finalmente el Decano opinó que no valía la pena ir en contra de una nomenclatura internacional, por lo tanto se acordó otorgarles el título propuesto por el Director Fabbiani”.

El día 26 de junio de 1950, en la 17ma Asamblea, entre los diferentes informes sobre la facultad consta que “La Biblioteca ha sido acrecentada en la forma que se detalla en una nota del bibliotecario. Llegan a 2.700 los volúmenes reunidos de la dependencia central”. Posteriormente “el Decano explica que había algo urgente: lo relativo al título que se dará a los egresados de Biblioteconomía; en sesión anterior se había aprobado el título, pero a los alumnos de dicha Escuela, el Director y los Profesores de ella pedían el título de técnico en biblioteconomía. Por ello el Decano procede a la lectura de la comunicación enviada por el Prof. Fabbiani Ruiz, luego el Decano declaró en consideración dicha proposición”.

“El Profesor Acosta Saignes hace la siguiente observación: basándose en los estudios que se realizan en dicha escuela se había decidido hacer una consulta a los técnicos, los cuales habían informado y de acuerdo también con una nomenclatura internacional se había decidido el título anterior”.

“El decano informa que había hablado con varios de los futuros egresados y con el Director de la Escuela y todos ellos habían hecho la siguiente observación: en caso de otorgarles, tan sólo, el título de catalogador bibliotecario no podrían ser más que catalogadores, lo cual los incapacitaba para asumir la dirección de cualquier biblioteca, se precisaba un título más genérico, que fuese positivo, que fuese promesa y no amenaza”.

“Por lo antes expuesto piden la palabra varios miembros de la Asamblea como: el Prof. Olivares Figueroa, el Prof. Oliver, el Prof. Rosenblat, el Prof. Granell, y el Director de la Escuela interesada, se proponen varios títulos: técnico bibliotecario, graduado en técnica bibliotecaria, ayudante de biblioteca, bibliotecario auxiliar, etc”.

“Antes que nada, interviene el Decano, hay que levantar el acuerdo anterior de la Asamblea con respecto al susodicho título; esto queda aprobado”.

“En resumidas cuentas habían tres proposiciones diferentes a saber:
1. La proposición de la Escuela: técnico en biblioteconomía
2. La proposición del Prof. Granell: bibliotecario auxiliar
3. La proposición del Prof. Rosenblat: graduado en técnico bibliotecario.

El Decano Casanovas se inclina por la proposición de la Escuela como una cortesía, por último Granell retira su proposición y propone someter únicamente a votación la proposición de la Escuela. Esta votación arrojó el siguiente resultado: 11 votos a favor, es decir mayoría, había 16 votantes, por lo cual quedó aprobada la proposición de la Escuela, los egresados serían: Técnicos en Biblioteconomía.