domingo, 5 de abril de 2009

Preguntas ante la destrucción de libros en bibliotecas venezolanas



Se ha descubierto y denunciado la destrucción de más de 60 mil libros que fueron desincorporados de las bibliotecas públicas del Estado Miranda y vendidos como pulpa de papel durante la administración del anterior gobernador de esa entidad. También nos enteramos por la prensa que en la Biblioteca Publica “Riera Aguinagalde” de Carora en el Estado Lara fueron desincorporados y quemados (!) alrededor de 5 mil libros.
Masacres como estas además de causar escalofrío y desconsuelo por lo que de sintomático tienen, refuerza en las personas que nos hemos desempeñado en el campo de las bibliotecas y los libros, la convicción de que nuestro país se ha rezagado ya casi hasta sus raíces en materia de bibliotecas publicas, luego de haber ejercido por muchos años un liderazgo que fue ejemplo y modelo para los países de la región latinoamericana. Experiencias venezolanas tales como los servicios de información a la comunidad desde las bibliotecas públicas se han adaptado y desarrollado con enorme éxito en comunidades de Colombia, y otros países como Ecuador, Costa Rica, Nicaragua y la misma Colombia se inspiraron en el modelo venezolano para desarrollar sus bibliotecas públicas bajo el concepto de redes.



En la materia que hoy nos preocupa más, es decir la conservación y restauración de libros, la Biblioteca Nacional de Venezuela llegó a convertirse, con apoyo técnico y financiero de organismos internacionales especializados, en el Centro de Conservación y Preservación para la región Latinoamericana y del Caribe con un programa de capacitación y de producción de normas y orientaciones en materia de conservación y restauración de libros y en general de materiales soportados en papel, que obviamente se irradiaban también a las redes estadales de bibliotecas publicas venezolanas
Nos preguntamos entonces: se justifica en la ignorancia lo que está pasando hoy en día en Venezuela con la destrucción de libros si en el país se ha logrado acumular conocimiento, experticia y experiencia en la materia? Que es lo que ha estado ocurriendo entonces? Cada uno puede generar su propia respuesta. Particularmente pensamos que sucede lo que en muchos otros sectores.



El fanatismo, la ceguera y la intransigencia prevalecen en muchas de las políticas o las anti-políticas de algunos organismos públicos venezolanos. Bajo ese estilo los gobernadores designan para dirigir las redes de bibliotecas a personas que no tienen idea, ni desean averiguarlo, de que existen normas técnicas y administrativas, que son universales, cuya observancia es imprescindible para que estos servicios estén organizados y puedan cumplir su verdadera misión. Por otro lado, y aún peor, la Biblioteca Nacional ha dejado de desempeñar efectivamente su papel de órgano técnico normativo y orientador que coadyuva a garantizar que en todo el territorio nacional en las bibliotecas se de cumplimiento a las normas, a través de sus orientaciones, vigilancia, guía, y supervisión, y por medio del adiestramiento y la actualización de los bibliotecarios en todos sus niveles.
Como es posible que se hayan desincorporado libros en estanterías completas para abrir “secciones ideológicas” cuando este tipo de nomenclatura no existe en ninguna biblioteca del mundo? Los bibliotecarios que conocen su trabajo no transgreden las normas de clasificación y de catalogación, si desean promover una colección específica ante la comunidad, programan actividades sistemáticas de extensión tales como exposiciones de los libros, charlas de los autores o de especialistas, tertulias etc. lo cual es, de paso, más efectivo que colocar pasivamente una tal “sección ideológica”. ¡Que ex abrupto bibliotecario! Pero claro, es más cómodo cumplir con las líneas partidistas de una manera tan fácil.

Finalmente nos preguntamos, cómo se entiende que durante la administración de un Director de Biblioteca Nacional especialista en investigación de destrucción de patrimonio bibliográfico, haya ocurrido la pérdida en gran cuantía, y ante sus propias narices, del patrimonio bibliográfico de entidades federales venezolanas como son los casos hasta ahora conocidos de Miranda y Lara?

En Guárico confiamos en que situaciones como esta no han ocurrido y esperamos que no ocurrirán, sabemos que permanecen en la Red de Bibliotecas Públicas funcionarios conscientes, entrenados en materia de conservación y restauración de libros que se han preocupado por trasmitir sus conocimientos a los bibliotecarios de los municipios, Deo gratiae. En todo caso los problemas serían otros…

*Licenciada, ex directora de la Red de Bibliotecas Públicas del estado Guárico, Venezuela. (San Juan de los Morros, estado Guárico)

PUBLICADO POR LIBRERO EN 9:53 PM



Si esto se cumpliera, cómo es posible que un bibliotecario no sepa que no se deben descartar libros antes de hacer un diagnóstico de cada ejemplar y determinar si es restaurable (como lo es la mayoría de las veces) y en caso de que fuera necesario descartarlo, sepa que ha de hacerse un proceso de desincorporación administrativo ya que un libro es un bien cuantificable y por eso se ha de responder por él administrativamente?
Como es posible que se hayan desincorporado libros en estanterías completas para abrir “secciones ideológicas” cuando este tipo de nomenclatura no existe en ninguna biblioteca del mundo? Los bibliotecarios que conocen su trabajo no transgreden las normas de clasificación y de catalogación, si desean promover una colección específica ante la comunidad, programan actividades sistemáticas de extensión tales como exposiciones de los libros, charlas de los autores o de especialistas, tertulias etc. lo cual es, de paso, más efectivo que colocar pasivamente una tal “sección ideológica”. ¡Que ex abrupto bibliotecario! Pero claro, es más cómodo cumplir con las líneas partidistas de una manera tan fácil.
Finalmente nos preguntamos, cómo se entiende que durante la administración de un Director de Biblioteca Nacional especialista en investigación de destrucción de patrimonio bibliográfico, haya ocurrido la pérdida en gran cuantía, y ante sus propias narices, del patrimonio bibliográfico de entidades federales venezolanas como son los casos hasta ahora conocidos de Miranda y Lara?
En Guárico confiamos en que situaciones como esta no han ocurrido y esperamos que no ocurrirán, sabemos que permanecen en la Red de Bibliotecas Públicas funcionarios conscientes, entrenados en materia de conservación y restauración de libros que se han preocupado por trasmitir sus conocimientos a los bibliotecarios de los municipios, Deo gratiae. En todo caso los problemas serían otros…
*Licenciada, ex directora de la Red de Bibliotecas Públicas del estado Guárico, Venezuela. (San Juan de los Morros, estado Guárico)

Maritza Turupial

PUBLICADO POR LIBRERO EN 9:53 PM

también en: www.analitica.com/va/sociedad/articulos/6063506.asp

1 comentario:

Unknown dijo...

Por favor puede informar el nombre de la persona que ha escrito este articulo?