viernes, 6 de marzo de 2009

Crean primer diccionario con términos americanos



Los presidentes de las 22 academias de la lengua española preparan esta semana en Sevilla el primer Diccionario Académico de Americanismos, que está previsto se presentará oficialmente en el V Congreso de la Lengua de Valparaíso, Chile, el año que viene. La Academia Nacional de Letras del Uruguay estuvo presente representada por su presidente Wilfredo Penco. Hasta el momento, el nuevo diccionario cuenta con 61.000 entradas redactadas o en proceso avanzado de elaboración, de las 100.000 que se estima tendrá finalmente. La idea de esta obra se empezó a gestar en Montevideo en 1996, y para muchos intelectuales es un sueño largamente esperado que se hace realidad.

El primer "Diccionario académico de Americanismos" elaborado por todas las academias de la lengua española es un "sueño" que data del siglo XIX y que se hará realidad en 2010, explicó a AFP el director de la academia española, Víctor García de la Concha.

Esta obra "de envergadura" fue "un sueño, un proyecto de la Real Academia Española ya en el siglo XIX, que no pudo llevarse a efecto", explicó García de la Concha, que esta semana se reunió en Sevilla con sus pares de las 21 academias de la lengua española de los países americanos para trabajar en ella. Wilfredo Penco, presidente de la Academia Nacional de Letras de Uruguay, representó a nuestro país en el evento.

La obra recogerá "palabras heredadas de lenguas originarias" de América, "castellanismos arcaicos que llegaron durante el Descubrimiento" y cuyo uso se ha perdido en España pero no en América, "criollismos morfológicos" y "palabras castellanas que allí tienen un significado que no tienen en el español general", explicó.
Así, "león" en América no es sólo un mamífero carnívoro, sino también un puma. Y "prender(se)" es encender la luz, pero también "emborracharse ligeramente" en Honduras, República Dominicana y Colombia, en donde también significa "animarse en una reunión". La palabra "playero" contiene nueve acepciones, y "agua", 25.

Jorge Arbeleche, profesor y miembro de la Academia Nacional de Letras de Uruguay, dijo a El País que hacer un diccionario es "una tarea titánica que lleva mucho tiempo de trabajo". Arbeleche explicó que cada país ha ido elaborando su propio diccionario y que Uruguay cuenta con el suyo que se titula "Mil palabras del español del Uruguay". Él hizo hicapié en la necesidad de contar con este nuevo diccionario porque "si bien el español es la raíz común de la comunicación hay americanismos, con distintos matices, que ahora están totalmente integrados a la lengua española".

DE TODAS PARTES. En estos días, los académicos reunidos en Sevilla concretaron aspectos sobre la edición y publicación del nuevo diccionario que ya tienen preparadas 61.000 palabras de las cerca de 100.000 que incluirá. Esto supone más de 600.000 entradas léxicas y 10 apéndices, de nomenclatura de monedas o de gentilicios como "quentuqueño"(del Estado estadounidense de Kentucky).

Este "diccionario contrastivo" recogerá "términos que no se utilizan en el español general", que son "de uso específico de una o varias regiones americanas" y que suponen un 10% del idioma, según De la Concha, que también es presidente de la Asociación de Academias.

Para su preparación, que se gestó en Montevideo en 1996, las academias se basan en 128 diccionarios de americanismos o regionalismos americanos publicados después de 1975, y en 102 millones de registros aportados por todos los países.

El nuevo diccionario se presentará en el V Congreso de la Lengua Española de Valparaíso (Chile), en 2010, y pasará a engrosar la lista de las "obras panhispánicas" realizadas por la Asociación de Academias de la Lengua Española: el Diccionario, la Ortografía, la Gramática y el Diccionario Panhispánico de Dudas.

Las academias del español también están preparando la primera Gramática conjunta, "del español total", según De la Concha, que se presentará el 10 de diciembre.

Para Arbeleche, el diccionario es muy importante porque "tiene que haber ciertas normas, más allá de las diferencias para que nos podamos comunicar. Lo importante es que un criollo de nuestro país pueda hablar con un mexicano, y que más allá de las diferencias lleguen a entenderse".
La lengua va cambiando

Jorge Arbeleche, miembro de la Academia Nacional de Letras de Uruguay considera que el nuevo diccionario es un buen aporte. Él sostiene que la lengua va cambiando y que no se puede decir cuál es la lengua perfecta, porque lo que ocurre es que se habla distinto. "En Colombia se habla de una manera y en Paraguay de otra, pero no existe una fórmula para decir acá se habla bien y allá mal. Nosotros los uruguayos tenemos una forma un poco híbrida: usamos el "tu" con la conjugación del "vos", por ejemplo. Uruguay ha aportado muchos términos. Otro ejemplo es que nosotros no decimos `pibe` sino "chiquilín".

El profesor explica también que existe una antigua creencia de que la academia es la que dicta las normas de la lengua "pero es al revés", dice, porque las academias recogen las distinciones del habla y las integran a un sistema, "pero la lengua no la forman las academias ni los diccionarios sino la gente que la habla", aclara.

Montevideo, El País Digital
Viernes 06.03.2009

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