sábado, 6 de junio de 2009

"Onetti es uno de los pocos que va a pasar el examen del tiempo"



El escritor peruano Mario Vargas Llosa estuvo en Caracas, y en medio de otras agitaciones habló sobre su último libro, "El viaje a la ficción", un vasto ensayo sobre la obra del escritor uruguayo Juan Carlos Onetti. El libro de Vargas es otro episodio (de primer nivel) de la serie de homenajes a Onetti en el centenario de su nacimiento.

Santa María fue la gran creación geográfica de Onetti, o acaso de uno de sus personajes, el Brausen de La vida breve: un universo mítico equivalente al Yoknapatawpha de su admirado William Faulkner. El novelista inventó a Santa María, y tras su fundación comenzó a poblarla de sus principales habitantes, que fueron pasando de libro a libro, de manera balzaciana.

Si El pozo fue en 1939 el título fundacional de la "nueva" literatura uruguaya (un ejercicio de desencanto detrás de cuyo protagonista había solamente "un gaucho, dos gauchos, treinta y tres gauchos"), lo que vino después fue una `summa` narrativa en la que hay novelas de las dimensiones de Los adioses, Para una tumba sin nombre, La vida breve, Juntacadáveres o El astillero, y cuentos notables como El infierno tan temido o Ebsjerg, en la costa. La dictadura de 1973 lo empujó al exilio español (por integrar un jurado que premió un cuento que molestó al régimen), del que nunca regresaría.

Vargas Llosa ha sido un admirador desde siempre de la obra de Onetti, y un lector cuidadoso de su obra. De esa admiración y esas atentas y prolongadas lecturas surgió El viaje a la ficción, libro del que habla en este reportaje realizado en Caracas antes de su regreso a Madrid, donde vive habitualmente.

-¿Cómo surge la fascinación por Juan Carlos Onetti?

-Yo siempre admiré a Onetti, desde que leí sus primeros cuentos en los años 60`, cuando era muy difícil conseguir sus libros, porque, como tú sabes, sus obras estaban publicadas en editoriales que tenían una irradiación pequeña. Pedí, entonces, ayuda a Carlos Martínez Moreno y Ángel Rama, y de esa manera pude leer más cosas de Onetti. Y quedé convencido de que era un gran escritor; un gran novelista y un gran cuentista. Y que su mundo era muy original, muy moderno y, al mismo tiempo, desgraciadamente, poco conocido en el ámbito latinoamericano y de la lengua española. Mi admiración, pues, como ves, es muy antigua.

-¿De qué manera frecuentó su obra, leyéndole de esa manera?

-Mira, yo siempre había tenido la tentación de leer su obra de principio a fin, porque me parecía que, a diferencia de otros autores que pueden leerse sin continuidad del resto de la obra, en Onetti, por el carácter compacto y por los grandes denominadores comunes que van de una obra a otra, seguramente ganaba mucho, haciéndolo de esa forma. Y, en efecto, así sucede, si puedes leerlo de esa manera continuada.

-Es decir, que, finalmente, logró leerlo de esa forma.

-Sí, pues se me presentó esta oportunidad cuando me invitaron a dictar un curso en la Universidad de Georgetown; elegí a Onetti y dicté un semestre; y, ¿sabes?, tuve la suerte de tener unos alumnos que se interesaron muchísimo con los cuentos y novelas de Onetti. Entonces lo leí de corrido, de principio a fin, y la experiencia fue extraordinaria. Ganaba mucho, como suponía, leído de este modo, porque las obras entre sí se enriquecen mutuamente.

-¿Ese curso en Georgetown fue el inicio de esta aventura ensayística, llamada "El viaje a la ficción"?

-Tomé muchas notas, y, al fin, el libro El viaje a la ficción es, en efecto, el resultado de esa experiencia. Mira, pocas veces la he pasado tan bien como escribiendo este ensayo y releyendo a Onetti... Desde luego, estoy más convencido que nunca de que es uno de los grandes escritores contemporáneos. Creo que es al primero de nuestra lengua que se le puede llamar "moderno".

-¿Puede extenderse en ello?

-Cuando él comenzó a publicar sus primeros textos la literatura latinoamericana estaba en un estadio regionalista (había excepciones, claro, como Roberto Artl y como Borges), pero él era diferente, más profundo que pintoresco. Era un escritor que había leído a los escritores renovadores, como Proust, como Joyce, como Celine, que era muy poco leído. A estos escritores y, después, sobre todo a Faulkner, los asimila de una manera muy creativa, y con ese bagaje expresa su propia visión del mundo, sus temas y sus obsesiones. Eso le da una gran continuidad a su obra.

-Pero, hay, asimismo, como dice el libro, un aspecto vinculado a la técnica narrativa...

-Sí, porque al mismo tiempo es uno de los primeros escritores latinoamericanos que comprende que no son los temas, sino el tratamiento de los temas, lo que determina la riqueza o la pobreza de una obra literaria. Y él, aprovechando el ejemplo de las buenas lecturas, utiliza una técnica, en parte recogida y en parte de la inventada por él mismo, para desarrollarse. Y así, escribe varias obras que son notables.

-¿Cuáles destacaría, entre ellas?

-Una obra maestra novelesca es, sin duda, La vida breve, y algunos de sus cuentos son obras maestras en sí mismas, con derecho a figurar entre los mejores cuentos que se han escrito jamás en literatura, como El infierno tan temido, como Bienvenido, Bob.

-¿Por qué valoras así estos cuentos, cuando se trata de un género injustamente menor, a veces?

-El infierno tan temido me parece una pequeña obra maestra cargada de profundidad, y de una riqueza que es, a la vez, muy inquietante; creo que este cuento nos permite decir que pocos escritores han descripto de tal manera lo que llamamos "el Mal". Lo hizo probablemente sin proponérselo, porque no creo que fuera consciente de que, al contar esa historia como la contó, nos enfrentaba a esa cosa tan misteriosa, tan extraña, que es ese sentimiento autodestructivo, impresionante.

-¿Es entonces un maestro de nuestra literatura moderna, o, como diría Borges, de la literatura, simplemente?

-Creo que hay muchísimas razones para considerar a Onetti un gran escritor, y, por ello, debemos hacer lo posible para que sea más leído de lo que es. Porque desde luego creo que en el mundo literario, en el mundo intelectual, hay un reconocimiento ya muy justo, pero creo que es necesario que gane más lectores, porque es uno de los grandes autores de nuestro tiempo. Estoy convencido de que es uno de esos escritores que va a pasar ese examen definitivo que es la prueba del tiempo, ¿no es verdad?

Un centenario con muchas celebraciones
El 1 y 2 de julio en Lima, las embajadas uruguaya y española y el Centro Cultural de España realizarán un homenaje a Onetti presidido por Mario Vargas Llosa y con la presencia de autores peruanos y los uruguayos Pablo Rocca y Ana Inés Larre Borges. Desde el 23 al 28 de junio, Cinemateca Uruguaya presentará en su sala mayor de Lorenzo Carnelli un ciclo de documentos filmados sobre Onetti, y ficciones rodadas sobre su obra. El bloque se abrirá con una presentación a cargo de Carlos María Domínguez.

El día 1º de julio se presentará en el Paraninfo de la Universidad de la República el libro "Juan Carlos Onetti: Cartas a un joven escritor", con los materiales (reunidos por el investigador Hugo Verani) que Onetti escribiera al crítico de arte argentino Julio Payró.

La Dirección de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura convoca a un concurso de historietas en blanco y negro basadas en temas onettianos. Las obras, con un máximo de 40 hojas, deberán ser presentadas entre el 20 y el 31 de agosto.

El martes 7 de julio se realizará en el Centro Cultural de España un panel sobre Onetti, con la presencia del investigador Hugo Verani y el profesor de estética Juan Flo. Las actividades seguirán, a razón de una por mes, hasta fines del corriente año.

El País Digital, sábado 06.06.2009

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